fractura los huesos,
oprime la garganta,
araña los latidos.
No ser nada, duele,
enciende llagas en la sangre,
me congela la piel
mientras tu… me ardes
cautiva en el pecho.
Llevo tu mirada clavada,
siempre muy adentro,
muy cerca,
y siempre tan lejana
que duele.
Duele amordazado este amor,
y, de no ser, duelen los besos,
de no ser, lloran las noches
y aullan los deseos.
Me dueles de no ser,
me dueles en los ojos,
en los labios,
en el alma y en la carne,
me dueles en el silencio.
¡Duele tanto este amor
solitario y mudo!…
…este amor sin ser…
que quiero enterrar tu rostro,
olvidar que existes,
creer que ya no eres nadie.
(Elvira Molina Almoguera)
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